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domingo, 6 de noviembre de 2016

LA SALIDA


 Estrategia para terminar con los malos hábitos y adicciones

A continuación compartiré con ustedes mi propio aprendizaje acerca de los malos hábitos y adicciones. Quién no tiene o tuvo alguna vez, un hábito o adicción que deseó abandonar, pero a veces no encontramos el enfoque correcto para recuperar el control de nuestra vida y ejecutar concientemente el acto de voluntad que necesitamos.
Deseo que este post colabore con quienes necesiten ayuda para salir. La puerta se encuentra abierta, solo es necesario enfocarse hacia ella y avanzar.

Paso N° 1: comprender qué es un hábito?

Un hábito es una actividad que se instala a lo largo del tiempo y que puede transformarse en una compulsión, cuando no se puede controlar y se repite con asiduidad. Un hábito puede ser bueno, constructivo, saludable, por ejemplo, el hábito de bañarse a diario, salir a correr o cepillarse los dientes. También puede ser destructivo, enfermizo o indeseable, como por ejemplo, fumar, beber alcohol a diario, comerse las uñas, o darse atracones de comida. También un buen hábito, como cuidarse del sobrepeso, puede transformarse en una enfermedad, cuando se vuelve compulsión, como es el caso de la anorexia.

El factor común entre ambas versiones, es que tanto los hábitos buenos como los malos, son producto de un paradigma que se ha internalizado oportunamente. Un paradigma es como un tatuaje, pero grabado en nuestro interior.

Voy a explayarme sobre este punto, porque es la raíz de este artículo. Los paradigmas son órdenes que se inscriben deliberada o inconscientemente en nuestro subconsciente; estas órdenes responden a estereotipos a los que hemos tenido acceso a través de nuestra vida. Sin darnos cuenta, somos una versión comprimida, de miles de estereotipos que se suceden desde la niñez. Algunos prevalecen sobre otros, algunos se abandonan con el tiempo y otros se establecen formando lo que llamamos personalidad.

Es cierto que gran parte de lo que somos tiene un contexto cultural, otro genético y mucho de circunstancial.
Sin embargo, la idea se sostiene, repetimos expresiones, formas estéticas, lingüísticas, modismos, e incluso, nos proyectamos al futuro con metas que resultan de estos estereotipos adquiridos.
Cuando se piensa en ser abogado, por ejemplo, la imagen que fijamos como objetivo, es la de un abogado exitoso, ése que conocemos, o vimos en una serie que nos impactó. Rara vez se elige una profesión en base  a su utilidad, porque muchas veces se prioriza el estatus que esa profesión nos proveerá, la posición económica, la seguridad que creemos que nos proveerá, etc.
Así es como los paradigmas entran a nuestra vida y la dirigen, le dan forma y determinan nuestro rumbo.
Hay grandes paradigmas, como el de una actividad laboral o una religión, y hay pequeños y numerosos paradigmas que pasan desapercibidos. 
Estereotipos sociales

Paso N° 2: identifica los paradigmas

La publicidad asocia el alcohol con el sexo, pero en realidad lo pejudica


Una publicidad nos muestra una imagen sugestiva, intrigante y aventurera de alguien que fuma un cigarrillo. Es como un virus informático, entra en tu mente y no tienes un antivirus que te avise y lo elimine. Así son las adicciones.
  •  Pregúntate cuántas de esas publicidades podrías haber visto a lo largo de tu vida... si, son centenas de miles, desde tu niñez.
  • Intenta saber cuántas veces te impulsaron a comer más de lo que deseabas comer, ya sea pro publicidades o porque tu familia y entorno te transmitieron sus propios paradigmas sobre alimentación.
  • Cuántas veces viste publicidades que asocian comida chatarra con alegría, amigos, fiestas.
  • Cuántas veces se relacionó frente a tus ojos, un chocolate con el amor, la ternura y el romance.
  • Cuántas veces escuchaste que un automóvil te hace exitoso, mientras una promoción muestra un vehículo asociado con una hermosa modelo?

Sin saberlo, es muy posible que hayas sido modelado a imagen y semejanza de un estereotipo comercial y cultural.

Paso N°3: discrimina tus necesidades



Este paso es fundamental. Necesito que te relajes, tomes dos hojas de papel y dos lápices de diferente color y comienza a trabajar:
  1. En una hoja enumeras las necesidades de tu cuerpo, tu mente y tus emociones. Me refiero a las necesidades básicas y fundamentales. Te ayudaré con algunos ejemplos: nutrir tu cuerpo, hidratarte, respirar, dormir, vestirte, comunicarte, transportarte, educarte, amar, etc. Las colocarás una debajo de la otra en una columna en el margen izquierdo, y en el margen derecho puedes poner un elemento primordial, que responda a esa necesidad, por ejemplo en la linea de hidratarte puedes escribir: agua.
  2. En la otra hoja enumeras los malos hábitos que hayas podido identificar en tu vida: por ejemplo, tomar alcohol, comer comida chatarra, fumar, hablar mal de otras personas, etc. Igual que en la otra hoja, colocarás estas palabras en columna, en el margen izquierdo, mientras en el margen derecho enumerarás las cosas que corresponden a cada una, por ejemplo. a beber alcohol le corresponden todas las bebidas alcohólicas que consumes, cerveza, vino, vodka, etc.
  3. Por último doblarás ambas hojas para que en la primera sólo se vea la columna izquierda y de la segunda, solo la columna derecha. Te sorprenderás al ver que para hidratarte tomas cerveza, vino, voddka, o que para alimentarte consumes papas fritas, hamburquesas , y que para amar comes chocolates.
Impactante, verdad?

Paso N°4: Separa tu pensamiento de tu sensación


Debido a la gran intensidad con que los paradigmas fueron grabados en nuestra mente inconsciente, identificamos una actividad destructiva con una forma de placer. Para ilustrarte esto, reflexiona acerca de por qué los fumadores encienden un cigarrillo después de comer o hacer el amor. En qué se relaciona encender un cilindro de papel para quemar una planta seca impregnada en químicos amargos, con el hecho de haber satisfecho el hambre o la necesidad sexual? 
Si observas la descripción textual del hecho de fumar, notarás que estas actividades no guardan relación alguna entre sí.¿ Entonces porqué se unen en la práctica?
Porque el paradigma distorsiona la percepción y transforma en placentera, una acción que no debería serlo.
La solución es separar el pensamiento (que está contaminado por el paradigma) de la sensación física que registra el organismo.
Para esto, dejarás de dialogar con tu contaminado pensamiento que te dirá frases como: "a mí me da placer fumar después de tener sexo, o a mi me encanta comer muchos bombones aunque después mi hígado se resienta". Y comenzarás a dialogar con tu cuerpo, que es quien soporta todo el daño efectivo que tus malos hábitos provocan.
Hazle a tu cuerpo las siguientes preguntas o las que te sirvan para el mismo objetivo, identificar tus adicciones:
  • pregunta a tus pulmones si necesitan respirar humo
  • a tu hígado si necesita metabolizar alcohol
  • a tus arterias, si te están pidiendo colesterol
  • a tu cerebro, si precisa marearse
  • a tus rodillas, si necesitan cargar mucho más peso
  • a tu corazón, si el chocolate le proporcionó el afecto que necesitaba
  • a tu páncreas, si le favorece producir grandes cantidades de insulina para metabolizar los grandes excedentes de azúcares que consumiste
¿Crees que tus pulmones necesitan humo y nicotina?

Toma contacto con tu cuerpo, que es una maquinaria perfecta y fabulosa, construye una nueva forma de verlo, ya no como algo separado de tus necios deseos, sino como un compañero que define cómo y cuánto vivirás, que puedes someter al peor trato, o puedes cooperar con su funcionamiento, facilitando su vitalidad y salud.
Por ejemplo : Cuando sientes hambre pueden estar sucediendo dos cosas diferentes:
  •  tu cuerpo necesita nutrientes para abastecer su vitalidad,
  •  tu  mente te envía ese mensaje, en lugar de emitir una reflexión acerca de un problema que te angustia o un estado de ansiedad por soledad, frustración y mil variantes más de estados anímicos que NO TIENEN NADA QUE VER CON EL APETITO Y LA ALIMENTACIÓN.

Paso N° 5: Libérate de tus ataduras

Muchas personas atrapadas a diferentes adicciones como drogas, al alcohol, a la glotonería,etc. (y muchos otros aún peores hábitos que terminan catalogados como enfermedades compulsivas), aducen que hacen ejercicio de su libertad al hacer lo que les place. Generalmente se muestran soberbios ante las críticas y consejos y dicen: "soy libre de fumar cuanto quiera y si quiero dejo de fumar mañana". Pero ese mañana nunca llega, así como el lunes no se comienza con la dieta y el martes no vamos al gimnasio porque... xxx, cualquier excusa es buena. Nunca parece ser el momento apropiado para abandonar el mal hábito y así pasan los años.
El tema es que se ha perdido la libertad, porque el virus del paradigma nos ha invadido y necesitamos justificarlo, ya que no sabemos cómo combatirlo.

¿Así ejerces tu libertad?

Qué es en realidad la libertad?

Es la capacidad, en este caso, de tomar decisiones que involucran al ser humano en su integridad. No se puede ejercer la libertad cuando se deja de lado una parte seriamente involucrada, que resulta ser nada más y nada menos, que nuestro propio cuerpo. ¿Cómo podríamos ser libres si al mismo obligamos a nuestros pulmones a soportar cantidades de humo y nicotina? Ser libres es disponer de nuestra existencia, sin ataduras, ni condicionamientos perjudiciales.
¿O acaso  podrías argumentar que eres libre cuando sales bajo la lluvia, a cualquier hora, a buscar un paquete de cigarrillos porque se te han terminado y no puedes pasar las pocas horas que te quedan de ese día sin fumar algunos más? ¿a eso le llamas libertad?

La verdadera libertad se mide según tus dependencias, cuanto más necesitas y deseas, menos libertad posees. 
Recupera el control de tu vida

Sentirte bien es un síntoma de libertad ejercida. 

Cuando ejerces un libre albedrío integral, es decir, cuando tus decisiones involucran a todo tu ser para su bienestar, entonces eres realmente libre. El bienestar es un signo irrefutable de un buen ejercicio de tu libertad.
La resaca luego del alcohol no es un buen síntoma, porque ejerciste tu libertad reafirmando un hábito que deja fuera la necesidad de salud de tu cuerpo. Y si en tus decisiones, te dejas fuera a ti mismo, entonces, solo estás fortaleciendo al virus del paradigma...y por lo tanto no eres libre.
Recuerda que los paradigmas no fueron idea tuya, se te metieron dentro sin que lo decidieras libremente.
Si una acción de hoy, te traerá enfermedad mañana y aún sabiéndolo, la llevas adelante, eres un títere de los estereotipos que has asimilado. NO ERES LIBRE.
Hoy no te sientes libre pero ya quieres salir

Comienza a despertarte

Si te acercaste a esta página, es porque sientes la necesidad de corregir el rumbo. es tiempo de hacerlo, sin dudas, la solución es simple, escucha con atención, oye lo que tu organismo tiene para decirte, él te guiará, porque sigue las leyes de la naturaleza y no las de nuestra sociedad de consumo. Tu cuerpo sabe lo que es bueno para él, deja que te enseñe a ser libre. Construye para ti mismo, nuevos paradigmas basados en tu salud, tranquilidad, y bienestar.

Comienza ahora mismo, siente el sabor amargo y ácido de ese cigarrillo, lo empalagoso de esos bombones, percibe sin pensar, reconoce el verdadero sabor, de lo que te hace daño, su olor, su textura, analíza la sensación objetivamente, sin cargarla con emociones y prejuicios.Es necesario reeducar nuestro paladar, nuestro olfato, nuestro tacto, nuestros ojos. Necesitamos estar despiertos para salir de las adicciones.
Recupera tus sentidos sin distorsiones


 No te pierdas el siguiente post sobre la Reeducación Sensorial. Comenta tus resultados al realizar estos ejercicios, tu opinión siempre es valiosa para mi.















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