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domingo, 6 de noviembre de 2016

La otra cara de la publicidad

Los anuncios de consumo distorsionan la labor de los sentidos


La publicidad siempre ha tenido una doble faz, con mayor o menor tenor, sobrevalorada a veces en su efecto y otras veces subestimada.
Lo que se conoce como mensaje subliminal ha despertado la curiosidad de muchos buscadores, descubriéndose en algunos casos, una deliberada intencionalidad para manipular el subconsciente de las personas. En otros casos, son interpretaciones un poco forzadas de los que creen ver mensajes ocultos en todo lo que se publica.

Lo cierto es que un mensaje subliminal es referido a una marca, símbolo, imagen, números o palabras, que se insertan en una secuencia de imagen, solo unas décimas de segundos, de manera tal que la mente consciente no sea capaz de percibirlo, pero sí pueda ser detectado por la percepción subconsciente.
Ejemplo de mensaje subliminal en el film "Piratas del Caribe"

Pero ahora dedicaremos este post a un aspecto aún más preocupante, la asociación explícita, ya no oculta, de ciertos productos con conceptos sexuales, emocionales, culturales. La publicidad logra enlazar un producto al estatus, la vida sexual, los afectos, el éxito, etc., apropiando un rol de compensación falaz, pero muy efectivo, a la hora de insertar una marca y multiplicar el consumo. como ya lo analizamos en el post "Adicciones, 5 pasos para salir".

Cómo recuperar los sentidos


Con la intención de colaborar en la tarea de deshacerse de adicciones y malos hábitos, preparé unos ejercicios destinados a recuperar la conciencia y el dominio de los sentidos. Nuestra mente ha construido a lo largo de la vida, un complejo filtro para interpretar la realidad. Este filtro, tal como vimos en el post "Psicología Emocional", se ha tejido con miles de asociaciones generadas con las experiencias vividas. A esto se agrega, una gran cantidad de asociaciones inducidas por los medios de comunicación, el entorno cultural y social y la educación familiar ("los hombres no lloran", "con ese automóvil se consiguen más chicas", etc.).
Debido a la existencia de este filtro, la percepción resulta contaminada, hasta tal punto, que se degustan sabores desagradables pero se internalizan como placenteros. Cuando esto ocurre, por inducción cultural o de consumo, generalmente se encuentra referido a productos perjudiciales para la salud, pero que son insertados en la sociedad, como generadores de placer, estatus, etc., entonces la salud de los consumidores queda relegada a un escalón inferior.

Evitar la manipulación de los sentidos


Para transformarnos en consumidores conscientes, debemos revisar de qué manera y con qué datos hemos generado nuestro propio filtro. Cuál es el origen, será difícil de descubrir, muchas asociaciones se realizaron de forma subconsciente y nos llevaría años de terapia descubrirlo. Tomaremos un atajo: observar qué nos despierta la necesidad de consumir, comprender porqué nos sentimos empujados hacia un producto u otro, reflexionar sobre nuestras sensaciones cuando los consumimos.

Tomaremos un ejemplo muy evidente: el hábito de fumar.

  1. El proceso comienza cuando somos espectadores de la publicidad: observemos los elementos que se encuentran armados, como una deliberada escenografía, alrededor de un cigarrillo encendido. Hay gente segura de sí misma, gente inteligente con gestos reflexivos, gente linda en compañía de otras personas bellas, un ambiente de aventura, misterio e incluso cierto misticismo forzado.
  2. Somos espectadores de la publicidad directa pero también de la subliminal, la emoción de una carrera de autos Fórmula Uno, la velocidad, mujeres esculturales que sonríen y encontramos que una famosa marca de cigarrillos se muestra en los autos ganadores, en los trajes de las modelos, en el casco de quien recibe el premio triunfal. Tu mente es especialista en asociar, y no ha dejado de hacerlo durante todo el evento. 
  3. Vas a comprar cigarrillos al negocio de tu barrio, eliges una marca, pensando que te gusta más que otras, aunque no las hayas probado a todas y no te preguntas por qué la eliges. Tu decisión está contaminada en varios sentidos, el primero es que eliges como resultado de un complejo entramado de asociaciones inconscientes.
  4. Enciendes el cigarrillo y estás convencido de que sientes placer al hacerlo. DETENGAMOS LA MARCHA EN ESTE PUNTO.
Consigue una hoja y una lapicera, enumera ahora cada dato que recibas, estrictamente referido a tus sentidos del gusto, del olfato, la vista y del tacto, cuidando de no contaminar la experiencia con frases como "me gusta, siento placer, me siento mejor, me siento calmado, etc", porque sólo hablamos de los sentidos físicos involucrados.
  • Comencemos por el sabor: cómo es, descríbelo minuciosamente: dulce o amargo, salado, ácido, picante, después de sentirlo en la boca, degústalo lentamente, despierta tus papilas gustativas y pregúntales qué están sintiendo.
  • Continuemos con el olor: cómo huele?, es un perfume o un olor, es un olor químico o natural, fresco o caldeado. Huele tus dedos, ¿observas que el aroma de tu piel se ha perdido detrás del olor del tabaco? huele la piel de un bebé, de un cachorro, de una flor, de la tierra, de un pan caliente, luego describe en qué se diferencian estos aromas al de tus dedos y ropa, impregnados con tabaco y químicos.
  • Vamos a usar la vista para ver nuestro aspecto, observa tu cara, tu mirada, la textura de tu piel ahora, y observa lo mismo en fotos anteriores, cuando no eras un fumador. ¿Qué ves? encontré en www.Taringa.net  esta imagen que lo dice todo y te hará pensar en este aspecto visual, mira tus dientes, su color, tu lengua, tus dedos, tu mirada y describe lo que ves.
Cambios visibles en la piel de los fumadores

  • Ahora analizaremos la sensación física de inhalar humo: el mecanismo de inspiración está diseñado por nuestra naturaleza, para incorporar oxígeno en el organismo, permitiendo que nuestras células se revitalicen con cada respiración. La exhalación está diseñada para eliminar toxinas etéreas con el anhídrido carbónico. Contradecimos este proceso, incorporando toxinas pesadas. El tabaco es procesado en lo que se denomina "la moja", embebiéndolo en diferentes endulzantes para hacer su sabor más agradable, y luego es impregnado con más de 200 substancias químicas como: ácidos butílico, carbónico, carboxílicos, quínico, cannabinoides, cianida, dibenzopireno, isótopos radiactivos, nitrogenoides, entre muchas más. La pregunta es: ¿hay alguna posibilidad de que el acto de inspirar se refiera a introducir al sistema respiratorio alguna de estas substancias?
  • Por último el sentido del tacto: prueba desmenuzar entre los dedos ese cilindro blanco llamado cigarrillo, deja que la oleosidad del tabaco impregnado de substancias, se traslade a las yemas de tus dedos. Imagina que tus dedos son tus alvéolos, ¿puedes "ver" cómo se obstruyen con este aceite pegajoso, cómo la nicotina gana terreno, cómo el oxígeno es contaminado en tu interior? Debes saber además que tus órganos necesitan realizar un recambio de anhídrido carbónico por oxígeno y que el único órgano capaz de hacer este trabajo, es el pulmón, ¿qué ocurre si al llegar la sangre "sucia" desde los órganos, encuentra solo toxinas, nicotina y químicos cancerígenos, en lugar del preciado oxígeno?, la sangre se contamina y vuelve a los órganos en deplorables condiciones, incapaz de realimentar, nutrir, regenerar, fortalecer los órganos y sus células. Lava tus dedos con agua, costará, imagina lo que tienes dentro.

Tomar el control


Este artículo intenta devolverte la conciencia sobre tus propias sensaciones, quitar de tus sentidos los paradigmas y estereotipos incorporados desde el exterior y generar una nueva percepción basada en tus necesidades naturales, en la salud que reclama tu organismo.
Tienes el derecho de tomar decisiones fundadas en premisas verdaderas y no en asociaciones artificiales y forzadas e inducidas engañosamente,  por la sociedad de consumo.
En este post, quise dar como ejemplo el hábito de fumar, por estar ampliamente establecido y solo limitado por legislaciones aún tibias. Pero el proceso puede aplicarse a otros hábitos perniciosos, a los que luego nos referiremos en futuras entregas.
Recuerda: despierta tu conciencia, recupera el control de tu vida, sé artífice de tus acciones y no una marioneta dirigida por la publicidad consumista. Quien genera un anuncio sobre un hábito perjudicial para tu salud, no lo hace pensando en que vivas aventuras, consigas chicas, o seas una persona interesante y exitosa, solamente lo hace pensando en su propio negocio, del que TÚ eres un engranaje imprescindible.

Mira lo que hay detrás de los anuncios


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