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domingo, 6 de noviembre de 2016

Derechos humanos para todos los humanos?


La relación entre estos dos factores es tan estrecha que ya resulta obvia. No se trata de una opción simple, ni de la mentalidad de algunos snobs alocados. Ya no resiste dudas, ni negaciones. Hora hablamos de la Vida misma, la vida de la sociedad en la que vivimos, y también de la que presenciará el futuro.
                
Pozo comunitario para obtener agua 


El derecho humano a la igualdad, es violado toda vez que algunos desatan el hiperconsumo, mientras otros no tienen los mínimos recursos y deben resistir las consecuencias ambientales.
Cuando se creó la O.N.U., se contaba entre sus obligaciones como entidad internacional de derechos humanos: propiciar y defender la integridad y dignidad humana, sin distinguir sexo, edad, etnia, religión, color político, y relativamente se ha ocupado de estos temas desde que fuera creada, en 1945.          
La idea fundamental es proteger a los desposeídos y a los débiles de cualquier forma de violencia o abuso ejercido por los más fuertes y privilegiados. Pero es necesario detenerse en el concepto de violencia, porque abarca aspectos que no siempre son tenidos en cuenta. Violencia física es la que atenta contra la integridad y la salud; violencia psicológica es la que agrede la identidad, la autoestima, la posibilidad de desarrollo personal.
Y si reflexionamos correctamente, descubriremos que la degradación ambiental es una forma de violencia compleja, que afecta las posibilidades de supervivencia, la integridad y la salud física y también genera violencia psicológica al generar inseguridad, pobreza, segregación, injusticia social, superpoblación, desigualdad económica y cultural. 


Superpoblación

Una comunidad que no puede acceder a un sustento básico, al agua, a una vivienda, a una educación, es violentada sistemáticamente por las naciones que se colocan en el extremo opuesto.
El Estado, cualquiera sea, puede olvidar fácilmente que su función es administrar y desarrollar los medios y aumentar los recursos para el bien común; y que esos recursos no le pertenecen y mucho menos, le pertenecen los derechos inalienables de sus ciudadanos.
Las personas no pueden ceder sus derechos, pero sí deben ejercerlos con equidad y respeto por su entorno. Ejercer el derecho de propiedad tiene una limitación fundamental, pues no podemos,  para ello generar devastación, deforestación y perjudicar al entorno en su conjunto, incluidas las demás especies.
La ruptura de las comunidades con su medio ambiente ha generado al menos, incertidumbre en los países desarrollados, pero en los países pobres, produce verdadero estupor. Mientras un niño muere de sed y de hambre en un lugar del mundo, otro se enferma de obesidad por el exceso de consumo en "el otro mundo". Y entre estos dos niños, existe una cadena de acontecimientos que generan violencia de diferentes maneras. Un bosque que desaparece, un glaciar que es perforado para extraer petróleo, una especie que se extingue, el genocidio de una etnia y las eternas guerras religiosas que oscurecen al mundo.
La devastación ambiental viola todos y cada uno de nuestros derechos, los de todos los habitantes del planeta, humanos, animales y vegetales. No existe una forma de violencia más clara y brutal.

Leopardo nublado: extinto
     

Solo nos queda participar activamente, despertarnos y despertar a otros, y si, debemos alarmarnos, porque las luces de peligro se encendieron hace décadas y entre tanto, la muerte inútil nos avergüenza cada día.
Apoyemos a los pequeños grupos de personas conscientes, como Geempeace, por nombrar solamente uno, tal vez una pequeña tarea, una firma, una mínima colaboración, permita hacer la diferencia.




SOLO UNIDOS EN ARMONÍA Y CONCIENCIA ENCONTRAREMOS LA SALIDA



 Autora: Estrella Pedroza

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