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domingo, 6 de noviembre de 2016

HIGADO...LA CLAVE ES LA PAZ

                                              

El hígado es el órgano glandular más grande del cuerpo, y uno de los fundamentales, debido a su multiplicidad de funciones vitales, entre ellas: la transformación de los nutrientes en energía, la producción de bilis para favorecer la digestión, la síntesis de proteínas plasmáticas, almacena glucógeno y vitaminas, y elimina las sustancias tóxicas de la sangre.
Existen muchas enfermedades hepáticas, algunas causadas por virus, como las hepatistis A,B y C. otras resultan del uso de medicamentos, venenos, toxinas, drogas y alcohol. además delatan su mal estado la ictericia, la cirrosis, la hemocromatosis y también el cáncer.

Síntomas de un hígado enfermo o débil

  • poca tolerancia a los alimentos grasos, produciéndose náuseas incluso ante el olor.
  • Digestión lenta, deficiente, hinchazón
  • sobrepeso, abdomen alto abultado
  • estreñimiento, colon irritable
  • meteorismo, mal aliento
  • dolores de cabeza
  • retención de líquidos
  • hipertensión
  • hipoglucemia
  • alergias
  • mal humor
Para que cualquier tratamiento para el hígado tenga éxito, es imprescindible una dieta natural y de calidad, provista de alimentos que ayuden en la recuperación de este órgano fundamental para la salud general del organismo. Es necesario consumir verduras y frutas crudas que estimulen la producción enzimática; los alimentos orgánicos, libres de sustancias químicas, fertilizantes y pesticidas; las frutas también lo limpian y revitalizan, la fruta principal que debe estar presente cada día en tu mesa, es el limón, le sigue la lima, el melón, el jugo de ciruelas, las naranjas, mandarinas y papayas, las fresas y el ananá.
Es útil el consumo de levadura de cerveza, espirulina, pescados, entre otros. En cuanto a la carne, la mejor por su bajo contenido en grasas es la del conejo.
Beber un litro y medio a dos por día de agua filtrada, para mantener sano y limpio el hígado.
Limón, el mejor aliado del hígado



Hierbas recomendadas para desintoxicar y regenerar el hígado:


  •  cardo mariano

  •  carqueja

  •  alcachofa

  •  diente de león 

  •  boldo
  • bardana


En ayunas: un limón exprimido con una infusión de bardana bien caliente, no comer por media hora, es una efectiva solución para limpiar el hígado



Alimentos importantes en la desintoxicación hepática:


En los últimos años se ha valorado el uso de recursos naturales para propiciar la desintoxicación hepática, descubriéndose resultados muy positivos en dietas de depuración con hierbas específicas. La limpieza hepática y de vesícula biliar, debería realizarse dos veces al año, también acompañada de limpieza renal y de colon.
Para realizar una limpieza no traumática, se debe realizar paulatinamente, agregando los alimentos e infusiones que se recomienden de a uno por semana.
  • Ajo: estimula la actividad enzimática y ayuda a eliminar toxinas, propicia su limpieza gracias a su contenido de selenio y alicina.
  • Pomelo: estimula el mecanismo de desintoxicación por su óptimo aporte de vitamina C y antioxidantes. Un jugo de pomelo natural en ayunas, permite eliminar sustancias cancerígenas.
  • Zanahoria y remolacha: estimulan la función hepática gracias al aporte de caroteno y flavonoides. No se debe abusar de estos alimentos.
  • Manzana: su contenido de ácido málico y pectinas, son muy beneficiosos para la desintoxicación, de hecho, una de las formas de limpieza más efectiva, consiste en tomar el jugo completo de un kilogramo de manzanas por día durante 7 días, esta una limpieza profunda de todo el tracto digestivo.
  • Palta o aguacate: se consume crudo y estimula la glutación, importante en el proceso de limpieza.
  • Té verde: contiene catequina y antioxidantes, reduciendo las células grasas que pueden haber en el hígado y estimulando la regeneración de los tejidos.
  • Hortalizas: como acelga y espinaca, crudas en zumo, o al vapor, su aporte de clorofila absorbe las toxinas de la sangre, neutralizando el daño por metales tóxicos y productos químicos.
  • Verduras crucíferas: bócoli y coliflor, aumentan los niveles de glucosinolatos y enzimas, además ayudan a eliminar sustancias cancerígenas.
  • Aceites:  de oliva, lino, chia, reducen la carga de toxinas, gracias a los lípidos especiales que poseen, reduciendo el colesterol malo y los niveles de triglicéridos.
  • Granos: los productos integrales, tales como arroz integral o harina integral, son ricos en vitamina B, ayudando a metabolizar la grasa que se depositaría en el hígado.
  • Aloe vera: también produce activación hepática al activar la glutatión, gracias a su contenido de polisacáridos, que regeneran y desintoxican. utilizar el aloe de casa para retirar el gel.
  • Cúrcuma: limpia y estimula la producción enzimática. es un poderoso anticancerígeno y antinflamatorio.
  • Limón y lima: ricas en vitamina C y ácido cítrico, diluyen las substancias tóxicas, limpian las paredes de todo el tracto digestivo. No consumir limones sin semillas, ya que han sido alterados y no tienen iguales propiedades.
  • Nuez del nogal: rica en el aminoácido arginina, elimina los niveles de amoníaco, posee el antioxidante glutatión y ácidos grasos omega 3, potentes desintoxicadores.
  • Alcachofa: excelente restaurador hepático.

Alimentos perjudiciales para el hígado

  • Las carnes rojas, especialmente el cordero y el cerdo, se deben evitar por completo, en caso de consumirlas, se debe acompañar con el jugo de dos limones y media cucharadita de bicarbonato de sodio, luego de la comida.
  •  Jamás se deben comer carnes fritas, y menos aún embutidos, los cuales se procesan con cantidades de productos conservantes cancerígenos, muy difíciles de eliminar.
  • El azúcar blanca es transformada por el hígado en colesterol y grasa, la cual deteriora órganos y tejidos y se almacena en abdómen, glúteos y piernas.
  • Los edulcorantes y azúcar light son tóxicos para el hígado, alteran el metabolismo, producen hipoglucemia y cansancio crónico. Utiliza azúcar integral (no azúcar negra) o miel.
  • La leche posee proteínas que no se pueden asimilar, debido a su formación molecular, produce inflamación y acumulación grasa, además de ser acidificante y oxidante de los tejidos hepáticos.

Nota: nuestro siguiente artículo hablará sobre las actitudes y emociones que afectan al hígado. Si te gustó comparte y comenta tu opinión.







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